Lydia Sela con un regalo de Pentecostés

Lydia Sela, durante su experiencia de voluntariado en la ACIES, mientras realizábamos los seminarios de acompañamiento, compartió con nosotros algo de su vida en Alemania y su familia. Una de las cosas que nos contó es que sus abuelos tienen en su casa un molino de viento -el más antiguo en el pueblo donde viven- que se abre, para ser visitado sólo por una vez al año, el día de pentecostés. Nos comenta Lydia, con quien mantenemos contacto y una fraterna amistad,  que para este día de puertas abiertas del molino – lunes de pentecostés- tuvo la iniciativa junto con su familia de hacer queques y tortas para vender a los visitantes. El dinero de esta venta ha sido ofrecido a la ACIES para  los dos proyectos que acompañamos, Pomabamba y la Esperanza.

Para los niños de ambos proyectos es un lindo regalo de Pentecostés, lleno del ánimo de Lydia y su familia además de las puertas que se abren a la amistad, a la mirada en comunidad y en que no somos muchos sino somos uno.

 

Mil gracias Lydia por el tiempo y el contacto, pero sobre todo por pensar en nosotros.